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Innovación Aplicada

Hace unos días tuve la suerte de poder ir a una charla que dio Eduardo Kastika, experto en creatividad e innovación. Salí de la conferencia con muchos proyectos e ideas para concretarlos. Lo más intenso de todo fueron las ganas de hacer algo. Voy a contarles algunas de las ideas de este genio:

¿Qué es la creatividad? ¿Ser un genio? ¿Tener talento? ¿Hacer arte? La creatividad es un sistema que nos permite hacer aportes nuevos y valiosos para alguien.

¿Qué es la innovación? Que estos aportes sean adoptados por la sociedad y logren una transformación.

No se trata nada más de ideas, sino de hacer que estas ideas funcionen. Para esto debemos toma buenas decisiones.

1- Decisión de arrancar: para comenzar tenemos que tomar lo que tenemos. Debemos preguntarnos quién somos, qué sabemos hacer y quiénes nos rodean.  Tradicionalmente se pensaba que el punto de partida era qué queríamos, qué necesitabamos y cómo lo conseguíamos. Un emprendedor no piensa así porque sabe que tiene que partir de algo que ya existe, de una habilidad que ya tiene, algo que ya sabe hacer bien y elabora a partir de eso

2- Decisión de abrir caminos:  armar una lista. La lista de los 30. 30 conocidos que de alguna manera nos puedan ayudar. Ya sea por conocimientos o por interés o por medios económicos. Llamarlos uno por uno y explicarles el proyecto. No un mail o un whatsapp, llamarlos o encontrarse con ellos para que sepan que el proyecto va en serio y que estamos comprometidos, y también para que ellos se lo tomen en serio. Tenemos que asociarnos con personas que hagan algo similar a lo que hacemos nosotros, y no tener miedo de no tener público: si el producto es bueno hay público para todo. Todas las personas con los que nos relacionemos van a conformar nuestra red, lo cual es clave para cualquier negocio.

3-Decisión de profundizar: tenemos que saber cambiar la experiencia. Esto es, el momento en el que el cliente siente que algo está cambiando. Mejor aún si podemos involucrarlo en el cambio.  No siempre va a ser intuitivo, algo que el cliente sepa hacer automáticamente, pero está en nosotros poder explicar al cliente de qué manera vivir apropiadamente la experiencia. El modelo tradicional solía ser “comprar-pagar-usar”. Hoy en día con las redes sociales la experiencia del cliente/usuario es mucho más amplia y el modelo con las distintas apps es “explorar-aprender-interactuar”. En esto vemos por ejemplo a los creadores de las libretas Moleskine que incorporaron una cinta que dice “estoy aquí” que amplió la experiencia de sus usuarios permitiéndoles sacarse fotos con el cartel a medida que exploran el mundo y compartirlas en las redes sociales.

4-Decisión de facilitar: La calidad de la idea no es el factor  más decisivo a la hora de que un cliente lo incorpore a su vida. Si la idea es magnífica pero resulta difícil de comprender o utilizar probablemente no tenga éxito. El punto justo sería en la intersección entre calidad y facilidad de adopción.

Actitudes a tener:

1-Exploratoria: hay que buscar lo contraintuitivo, tener “insight”, visión. No quedarnos con lo que la gente nos dice que quiere sino buscar lo que la gente hace. Todos somos avaros y a la vez derrochadores, siempre que encontremos algo que nos parezca merecedor de que gastemos nuestro dinero.

Ser multidisciplinarios: asociarnos con personas de otras ramas, que tengan conocimientos distintos de nosotros.

Salir de la zona de confort: la gente no busca necesariamente lo más conveniente o práctico, así que si nos hemos dedicado a eso no debemos tener miedo de salir de eso. Los secadores de manos que funcionan con aire caliente no fueron utilizados no porque no funcionaran sino porque la gente no “sentía” que funcionaran bien.  Debemos preguntarnos cómo podemos hacer que la gente sienta lo que quiere sentir.

2- Actitud transparente: tenemos que  ser honestos con nuestros clientes. Antes la gente solía creer  lo que decía una compañía, hoy en día ya no es así. Si hay algún cliente insatisfecho lo va a manifestar en las redes sociales, en Yelp o Tripadvisor, y simplemente diciéndolo en twitter. Tenemos que  sinceros acerca de nuestras carencias y defectos (y los de nuestro producto), por que lo importante no es que sea absolutamente perfecto sino que sea muy bueno en algún aspecto y enfocarnos en eso.

3-Actitud flexible: no tener miedo de cambiar nuestra idea inicial a medida que el proyecto va evolucionando

4-Actitud de bienvenida: tenemos que aceptar ideas de todos, escuchar críticas de todos. Tomar las críticas que nos ayuden a mejorar. Existe la idea del “marketing conversacional”, que es cuando la gente te mete en sus historias. La gente ama sus historias y si nuestro producto se introduce en ellas entonces ya vamos bien encaminados. No sólo innova el emprendedor sino todo aquel que lo ayuda a crear, y el que ayuda a otro a innovar.

5-Actitud inspiracional:  buscar la serendipia, que es el descubrimiento que hacemos cuando buscamos otra cosa. Si encontramos un defecto podemos convertirlo en efecto de otra cosa.

Todo lo anterior, hacerlo siempre con solidez: darnos cuenta de cuáles son los aspectos claves de nuestro proyecto y no fallar jamás en eso.

Sandra Camponogara
Sandra Camponogara
Sandra emigró a los Estados Unidos en 1988 desde su Argentina natal con grandes sueños y sin ahorros. Después de trabajar en la industria del turismo en la ciudad de Nueva York durante unos años, comenzó su propia compañía de operadores turísticos, InterConnect USA en 2000 y dos décadas más tarde creó su segunda compañía, Hola Fortuna. Reinventándose una y otra vez a través de desafíos comerciales y personales, Sandra alienta a las latinas a buscar el equilibrio y la independencia financiera.

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