Hay un concepto interesante en la química : el de catalizadores e inhibidores. Un catalizador es aquello que, con el sólo hecho de estar presente, aumenta la velocidad de una reacción sin cambiar a los componentes iniciales ni cambiar él mismo. Un inhibidor, por el contrario, disminuye la actividad.
Con las personas ocurre algo parecido. Si bien somos personas capaces de tomar decisiones por nuestra cuenta, y todas nuestras acciones dependen en última instancia de nosotros mismos, es innegable que las personas de que nos rodeamos tienen una gran influencia en nuestra vida. Por algo es que ante una tragedia o contratiempo buscamos el consuelo de amigos y seres queridos, porque estar con ellos hace más llevaderos los momentos tristes y difíciles.
El problema es cuando, conciente o inconcientemente nos rodeamos de personas que no nos ayudan. Quizá sea por hábito, porque siempre estuvieron con nosotros, quizá por algun otro motivo; pero por las razón que sea hay gente cuya compañía elegimos incluso no no deberíamos, gente cuya presencia nos resulta negativa y nos lleva a dudar de nosotros mismos, de nuestras decisiones y nuestros pensamientos.
Tenemos que saber hacer un balance y darnos cuenta de quiénes nos afectan de manera positiva y quiénes no, comenzar a rodearnos de los primeros y evitar a estos últimos. Una persona positiva va a hacernos sentir que nuestros proyectos son buenos, que pueden salir adelante, y nos dará apoyo, confianza y ofrecerá ideas. Una persona negativa no necesariamente nos dirá lo contrario, pero a veces puede, con una mirada, un comentario aislado o un gesto incluso, desanimarnos.
Con el tiempo entendemos quién es conveniente para nosotros y a quién debemos descartar de nuestro grupo de amigos. Y no debemos tener miedo de dejar de vernos con alguien cercano si esa persona no suma para nada en nuestra vida. Es que eventualmente terminamos mimetizándonos con aquellos que nos rodean. Así, si vivimos entre personas positivas seremos a la vez positivos, y la gente querrá estar en nuestra compañía. Mientras que, si nos rodeamos de gente negativa entonces seremos nosotros negativos y la gente activa y emprendedora nos evitará.
Existen miles de razones para salir al mundo y rodearse de influencias positivas, pero sí tuvieramos que destacar una sería esta: todas las personas buscan lo mismo que nosotros. El éxito profesional, la felicidad personal y familiar, el lograr las metas que nos ponemos. Y todo esto se logra mucho más facilmente en comunidad que estando solo. Así que conviene siempre estar rodeado de personas que nos ayuden y a quienes podamos ayudar.
