$0.00

No hay productos en el carrito.

InicioTu EducaciónEdipo, Arya Stark y Samuel Morse ¿Qué tienen en común?

Edipo, Arya Stark y Samuel Morse ¿Qué tienen en común?

El gran dilema de Edipo era conocer su identidad. Así lo inmortalizó el dramaturgo griego Sófocles, en una de las tragedias más reconocidas de la historia de la humanidad. Arya Stark – una de las protagonistas de la serie Game of Thrones – y Samuel Morse tienen bastante en común con Edipo.

Sólo a partir del reconocimiento de su nombre y su origen es que el personaje mitológico logra encontrarle sentido a su vida y existencia. Lo mismo pasa con Arya, que pasa casi la totalidad de la sexta temporada de la serie intentando dejar de lado su nombre y su procedencia, para finalmente darse cuenta de que esto es imposible y decidir afirmarse a ella misma. El caso de Samuel Morse, si bien distinto, también se centra en la identidad.

En 1825 Morse se encontraba trabajando en una pintura en Washington cuando recibió una carta de su padre informándole que su esposa de encontraba convalesciente. Al día siguiente recibió otra misiva que anunciaba la repentina muerte de su cónyuge. Morse volvió rápido a su hogar en New Haven pero, al llegar, ya la habían enterrado. Desconsolado por no haber podido estar presente o ayudar de ninguna manera, comenzó a investigar alguna manera de hacer que las comunicaciones fuesen más rápidas. Así surgió el telégrafo y el código que lleva su nombre.

Morse no siguió trabajando en la pintura que había dejado a medias sino que se concentró en su situación. Es fundamental concentrarse en el momento en que uno está viviendo.

Los tres casos tienen en común el hecho de estar profundamente arraigados en la identidad de la persona en cuestión. Los expertos están de acuerdo en que la identidad de una marca influye muchísimo a la hora de elegirla o no. El conocimiento de uno mismo es el punto de partida a la hora de elegir qué hacer y cómo.

No podemos elegir un producto o servicio al azar, sino que éste depende de lo que sepamos hacer, y ésto a su vez depende de lo que somos. Nuestra idea de nosotros depende de una parga serie de factores que van desde lo familiar hasta lo social, pasando por construcciones que hacemos nosotros mismos. La suma de todo somos nosotros, la identidad que nos hace únicos y reconocibles cómo una persona individual. Lo mismo se aplica para las empresas.

Lo importante es destacar que nuestro nombres está atado a nuestra acciones y a la imagen que los demás tienen de nosotros. Si es cierto lo que decía Plauto, que “nomes est omen” (el nombre es augurio) entonces el comienzo de nuestro recorrido debería ser siempre la elección de un buen nombre.

Algunos consejos acerca del nombre:

 

-Mantenelo corto: los nombres largos o rimbombantes son difíciles de recordar. Ser memorables es una de las claves. Lo bueno, si breve, dos veces bueno.

-Tené en cuenta las redes sociales: pensá en cómo quedaría el nombre con un “# al lado. Ésto va a ser útil para cuando aparezca en twitter. También conviene recordar que muchos teclados no tienen la letra “ñ” y tampoco se puede usar en las URL, así que es mejor evitarla.

Cargalo de significado: no estás eligiendo una serie de letras o sonidos. Estás dando forma a una idea, y el contenido de esta idea será el que le des con tus acciones. Así que procura elegir algo que se asocie siempre que valores positivos.

Sandra Camponogara
Sandra Camponogara
Sandra emigró a los Estados Unidos en 1988 desde su Argentina natal con grandes sueños y sin ahorros. Después de trabajar en la industria del turismo en la ciudad de Nueva York durante unos años, comenzó su propia compañía de operadores turísticos, InterConnect USA en 2000 y dos décadas más tarde creó su segunda compañía, Hola Fortuna. Reinventándose una y otra vez a través de desafíos comerciales y personales, Sandra alienta a las latinas a buscar el equilibrio y la independencia financiera.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Artículos populares