El recurso más valioso que tenemos en la vida es el tiempo. Tiene sentido, entonces, que debemos aprender a administrarlo bien. Y se trata de administración, no nos equivoquemos, por algo se utilizan para hablar del tiempo los mismos verbos que se usan para hablar del dinero: el tiempo se gasta, se desperdicia, se ahorra, se invierte, el tiempo abunda o escasea. Como recurso que escasea, es un factor central para la economía.
Un hombre que sabe mucho de esto es Warren Buffet. Según Forbes, Buffet cuenta con 63 miles de millones de dólares. ¿Cómo logra un hombre así manejar su tiempo? En el año 1991 se encontró con Bill Gates y ambos tuvieron una larga charla. En un momento Buffet sacó una pequeña libreta negra, que usaba para anotar sus citas, y la hojeo en frente de Gates. Éste se sorprendió al ver que las páginas estaban prácticamente vacías. “Tenés que controlar tu tiempo” dijo Buffet, “y no podés hacerlo a menos que digas no. No podés dejar que la gente controle maneje tu agenda en la vida”
Otra historia ejemplifica perfectamente cómo el empresario se las arregla para manejar su tiempo. Michael Flint, piloto, había piloteado por 10 años el Air Force One, el avión del presidente de los Estados Unidos. En aquel momento se encontraba trabajando como piloto personal de Warrent Buffet y éste le dijo que si seguía trabajando para él 5 años después- en lugar de perseguir sus propias metas- entonces el propio Buffet le habría fallado como mentor.
Con esto en mente, le pidió a Flint que hiciese una lista de los 25 objetivos que deseaba lograr ese año. El método funciona también con metas a corto plazo. De esos 25 objetivos, le pidió luego que seleccionará los 5 más importantes. Después de pensarlo un tiempo, el piloto lo hizo.
“Ahora, ¿qué vas hacer?”, le preguntó cuando terminó. “Bueno, me voy a enfocar principalmente en los 5 de arriba, pero los otros 20 estuvieron cerca. Son importantes así que voy a trabajar en esos intermitentemente cuando pueda. No son tan urgentes pero igual planeó dedicarles esfuerzo”.
Aquí fue cuando Buffet le dijo que estaba muy equivocado. Los objetivos que no habían quedado en la lista final debían convertirse en la lista de “evitar-a-cualquier-costo”. Lo único que harían es dispersar su atención y demorar a los objetivos principales, así que ni siquiera se puede pensar en los 20 que quedaron hasta que los primeros 5 estén terminados.
Con esta filosofía Warren Buffet llegó hasta donde está. Esto nos demuestra que para triunfar es necesario concentrarnos en pocas tareas, pero hacerlo bien. Privilegiar la calidad por sobre la cantidad. Bruce Lee dijo una vez “ no es el aumento diario sino la disminución diaria. Cortar lo inesencial”.
