Las personas que buscan tener éxito en la vida, en lo personal como en lo profesional, deben aplicar este principio: hay que ser ambicioso, sin llegar a ser codicioso.
Estas dos palabras se confunden muy a menudo y es importante entender que la codicia es la ambición desmedida. Podemos ver codicia cuando un empresario, por ejemplo, tiene una fábrica donde utilizan muchos químicos que tienen que ser reciclados, pero para ‘ahorrar’ los tira en un río cercano, sin importarle el daño que le ocasiona al medio ambiente y a todas las personas que viven cerca del mismo.
La codicia lleva a un individuo a querer acaparar más de lo que necesita. Algunos dicen que el codicioso: “no se come un huevo… porque debe tirar la cáscara”.
En cambio, la ambición tiene un concepto muy diferente, ya que para ser ambicioso hay que estar dispuestos siempre a enfrentar retos, y crecer cada día más, sin perjudicar a nadie en el camino al éxito.
Los emprendedores, por ejemplo, comprenden que, si son ambiciosos, siempre intentarán superar desafíos y pondrán en practica estrategias para crecer y poder luego alcanzar sus metas. Es importante entender que la ambición moderada, es un ingrediente infaltable en todas aquellas personas que son exitosas.
Lo que nunca se debe perder de vista, es la línea divisoria que existe entre ‘ambición y codicia’, ya que es un especio muy delgado que se puede cruzar en algún momento, incluso sin intención de codicia.
¿Cómo se hace para no cruzar esa línea?
Teniendo, y aplicando en todo momento, la ética profesional. Porque sin ética, en vez de encontrar el éxito en su camino, tropezarán con dificultades y posiblemente, hasta rocen con el fracaso.
Hay que recordar siempre que, la diferencia entre un remedio y un veneno es la dosis.
¿Cómo saber que no cruzamos la línea?
No cruzarás la línea divisoria cuando solo seas ambicioso, conserves la ética, cuando busques soluciones a los problemas, cuando puedas ser objetivo y planifiques ‘con ambición’, cómo vas a desarrollarte con tus metas de corto, mediano y largo plazo. Cuando sabes donde estas hoy… y sabes también, donde quieres estar dentro de algunos años.
La ambición en realidad es una manera de comprometerse con uno mismo, para alcanzar las metas gradualmente, con honestidad y ética. Y es una característica que poseen todos los líderes que saben inspirar a su equipo de trabajo, o al personal que tienen bajo su mando.
Ser ambicioso es una característica de todas las personas exitosas. Sé uno de ellos.
