Muchas de nosotras nos sentimos superpoderosas porque creemos que podemos hacer dos cosas (o más) al mismo tiempo, pero cuando frenamos un momento, nos damos cuenta de que en el proceso algo no salió como tenía que salir y tenemos varias cosas a la mitad.
¿Pero por qué hacemos multitasking?
Por lo general, tendemos a pensar que nos hace más productivos y que “resolvemos” muchas cosas al mismo tiempo, pero la realidad es que no es así. Nos termina llevando más tiempo y nos suma estrés al ver que tenemos diez tareas empezadas y ninguna terminada.
La ciencia ha demostrado que practicar el multitasking es una forma totalmente ineficiente de manejar tu tiempo, es más, podemos decir que es un mito, ya que el cerebro no está diseñado para hacer dos tareas que involucren el procesamiento de información al mismo tiempo porque genera una “interferencia” entre las dos tareas. De hecho, la gran mayoría de las personas solo puede escuchar, hablar, leer o escribir una cosa a la vez. Entonces, cuando intentás realizar múltiples tareas, tu cerebro solo está “saltando” de una a otra.
Por otra parte, hacer multitasking también nos impide darnos cuenta de qué es lo más importante, nos provoca errores involuntarios, afecta nuestra creatividad y muchas veces nos perdemos de momentos por estar pensando en otra cosa.
Uno de los más trágicos y notorios ejemplos del multitasking son los accidentes de tránsito que se provocan por manejar y enviar un texto al mismo tiempo, o lo que también me da tristeza, cuando veo a una madre con niños chiquitos tratando de empujarlos en la hamaca y hablando por teléfono a la vez. Si bien una de estas actividades no involucra el uso del cerebro, como es empujar la hamaca, cuando estamos enfrascados en una conversación telefónica o enviando textos, nos perdemos de valiosos momentos que están ocurriendo.
Por eso… ¡Chau Multitasking!
Es mejor enfocarse en una sola cosa a la vez, o lo que se llama monotarea. Y para eso, te dejo los siguientes consejos:
Concentrate en hacer una cosa por vez. La clave para sentir que lográs hacer cosas es no perder el foco. Estar orientado en algo te ayuda a crear un “momento”, o como se dice en inglés, estar “in the zone”, lo que impulsa tu creatividad y progreso.
Hacé una lista de las cosas por completar, numerala de acuerdo con su importancia o urgencia, y comenzá a resolverlas de a una. Agrupá tareas que sean similares, de esa forma te va a ser más fácil. A medida que las vayas completando te vas a sentir satisfecha y podrás encarar la siguiente con la misma dedicación.
Comprometete con tus decisiones. Una vez que decidiste comenzar con una tarea o dedicarle un tiempo, no dudes si es la correcta o no. Avanzá hasta completarla.
Discipliná tu cerebro. La monotarea no solo se refiere a hacer una cosa a la vez, sino también a vivir en el presente. El cerebro necesita entrenarse a prestar atención a lo que está pasando aquí y ahora.
Anotá los pensamientos que te van surgiendo. Me pasa seguido que estoy escribiendo un video y se me ocurren 2 temas nuevos para otro. ¿Sabés lo que hago? Rápidamente me anoto esas ideas y vuelvo a lo que estaba haciendo. Cuando termino, miro el papel para analizarlas y ver si realmente son buenas ideas ¡o no!. Anotate todo lo que se te vaya ocurriendo mientras haces una tarea e inclusive a la noche cuando vas a dormir. Mas tarde o al otro día las podés revisar y ver si algunas de las cosas anotadas valen la pena o no.
Construí barreras. Con el home office a veces es muy difícil diferenciar las horas laborales de las personales, y me ha pasado de estar respondiendo un correo electrónico desde el supermercado. Por supuesto que cuando llego a casa me doy cuenta de que me faltó algo o que traje el producto que no era. Tim Ferris siempre cuenta que él solo revisa su correo electrónico dos veces por día y que les ha informado a todos que ese era su plan. De esta forma no se ve constantemente interrumpido por correos que podrían esperar.
Decí que no. Cuánto hablamos de que debemos decir que NO, pero concretarlo no siempre es tan fácil. Intentar estar todo el tiempo disponible para todas las personas es lo más multitasking que existe y una fórmula para el desastre. Al decir que NO, te liberás de la frustración de tener dos tareas a medio terminar.
Pediles a los que te conocen que te lo hagan notar. Incluir nuevos hábitos a veces es difícil y tendemos a volver al multitasking sin darnos cuenta. Pedile a tus amigos, familia, o compañeros de trabajo que te llamen la atención cuando te vean haciendo muchas cosas al mismo tiempo.
Esa sensación de ser un malabarista tratando de atender más de un asunto por vez, es estresante y no nos acerca al resultado deseado que es ser eficientes con nuestro tiempo y terminar antes las tareas. Por eso, al enfocarnos en una tarea por vez la podemos comenzar y terminar, y además le habremos dado la atención requerida.
