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Cómo comer saludable dentro de tu presupuesto

¿Te interesa llevarle a tu familia la mejor nutrición posible, pero te preocupa el aumento de costo que representa comprar orgánico o alimentos de mejor calidad?

Es una realidad que los productos orgánicos cuestan más en general, pero consideremos también que una óptima nutrición nos evita muchos problemas de salud que llevan tiempo y dinero resolver, y a su vez, nos da más energía haciéndonos más productivos para trabajar y estudiar. De modo tal que yo lo veo más como una inversión que simplemente un gasto.

Existen maneras en las que podemos alimentarnos saludablemente sin hacer explotar el presupuesto. Te cuento lo que me ha funcionado bien a mí a lo largo de los años:

Planear las comidas:

Cada dos semanas hago un planeamiento de almuerzos y cenas para los próximos 15 días, incluyendo los almuerzos para llevar al trabajo o la escuela. Trato de incluir recetas que lleven ingredientes similares donde pueda variar sus sabores a través del uso de especias. Tener un plan ahorra dinero en el momento de ir a hacer las compras, y también tiempo en la cocina porque sabés que vas a cocinar cada día.  Además, al tener a mano todos los ingredientes para cocinar lo que has planeado, hay menos oportunidades de comprar comida preparada o tener que ir a un restaurant.

Comprar comida al por mayor o en cantidad:

Las membresías en mercados mayoristas como Costco, Sam’s Club y otros, son cada vez más populares. Comprar en cantidad ayuda a ahorrar bastante dinero. Al igual que los supermercados, estos mayoristas tienen productos orgánicos y no orgánicos. En la compra de carnes, se ahorra mucho al comprar piezas grandes que al llegar a casa se pueden trozar o cortar en rodajas y congelar para su uso posterior. Estos mayoristas son buenos para comprar además nueces, harina de almendras, quesos, frutas secas, bebidas, arroz, quinoa, té, café, semillas de chía, de sésamo, de cáñamo, etc.

Bebidas:

Desde el punto de vista de la salud, la mejor bebida que podemos consumir es agua, y en buena cantidad (6 a 8 vasos diarios). Para que no sea monótono, se puede saborizar el agua en casa con limón o jugo de alguna fruta, pero sin agregarle azúcar o edulcorantes. La familia promedio gasta enormes sumas cada año en bebidas compradas, sodas, jugos azucarados, etc., que drenan el presupuesto y la salud. Tomá agua saborizada naturalmente en tu casa y te ahorrarás muchos billetes.

En qué cosas vale la pena gastar en orgánico:

Hay ciertos productos que son más susceptibles a los efectos adversos de los pesticidas químicos y en el caso de las carnes a los tratamientos con hormonas de crecimiento, por lo que es en éstos donde es prioritario invertir en orgánico. Alguno de los principales productos en los que conviene invertir son: manzanas, comida para bebe, frutillas -también llamadas fresas-, arándanos -en inglés blueberries-, duraznos y nectarinas, apio, manteca de maní, papas, cebollas, zanahorias, leche (aunque lo mejor es eliminar los lácteos, pero hablaremos de esto en otra oportunidad), verduras de hoja como espinaca, lechuga, kale, acelga -collard greens en inglés-, tomates, pimientos, uvas, carnes y pepinos.

Comprar de las mesas de descuento:

Los supermercados ponen en descuento frutas y verduras que necesitan mover rápidamente para dar lugar a la nueva mercadería que entra. Estas no son quizás las frutas o verduras más frescas, pero están todavía en buenas condiciones para el consumo. Recordemos que las bananas se pueden pelar y congelar, todos los berries se pueden congelar también, y usarlos luego para licuados. La espinaca y kale, por ejemplo, también pueden congelarse, lo cual nos permite comprar en paquetes más grandes y evitar desperdicios de alimentos.

Comprar verduras congeladas:

Las verduras y frutas fuera de estación son más costosas porque hay que transportarlas desde otras partes del mundo. Pero las que se encuentran congeladas conservan su valor nutritivo y, además, los supermercados suelen tener frecuentes ofertas de ellas.

Comprar a productores locales:

En la temporada de primavera a otoño, comienzan a abrir mercados locales donde los agricultores venden sus frutas y verduras directamente al público. Los productos son así más económicos y además más frescos. Por otra parte, en muchos casos tienen poco uso de fertilizantes e insecticidas, aunque el agricultor no pueda llamarlo orgánico por no haber podido sacar la certificación oficial. Si uno va a comprar en cantidad, además es más fácil negociar un descuento ya que se está hablando directamente con el agricultor.

Cultivar nuestros alimentos:

Hay quienes prefieren destinar un sector de su terreno a cultivar frutas y verduras. Esto puede ser muy gratificante y a la vez darnos máximo control sobre lo que consumimos.

Legumbres:

Son nutritivas, económicas y nos satisfacen, por lo que pueden utilizarse para reemplazar platos con carne que son típicamente más costosos.

Evitar productos procesados:

Estos productos tienen en su mayoría alto contenido de azúcar refinada (con frecuencia escondida detrás de nombres menos conocidos), conservantes, colorantes y otros aditivos que no necesitamos y nos perjudican. Lo que gastamos en estos productos, generalmente ubicados en la parte central de los supermercados, es dinero mal gastado puesto que no aportan nutrición y nos producen deseos de seguir consumiéndolos.

Con un poco de dedicación y creatividad, podemos elevar el nivel de nutrición de nuestra familia mientras nos mantenemos dentro del presupuesto. En qué gastamos nuestro dinero es cuestión de prioridades, y para mí, no hay nada más importante que apoyar a mi sistema inmune, darle a mi cuerpo lo que necesita para generar energía y vitalidad.

Sandra Camponogara
Sandra Camponogara
Sandra emigró a los Estados Unidos en 1988 desde su Argentina natal con grandes sueños y sin ahorros. Después de trabajar en la industria del turismo en la ciudad de Nueva York durante unos años, comenzó su propia compañía de operadores turísticos, InterConnect USA en 2000 y dos décadas más tarde creó su segunda compañía, Hola Fortuna. Reinventándose una y otra vez a través de desafíos comerciales y personales, Sandra alienta a las latinas a buscar el equilibrio y la independencia financiera.

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