La ruptura de una relación es un proceso doloroso y aunque nuestra parte racional nos quiera convencer de que es para mejor o que ya va a pasar, el momento trae muchos sentimientos y emociones que se atropellan adentro nuestro. Dependiendo de las circunstancias, puede que sintamos rencor, frustración, bronca, tristeza, abandono, tal vez alivio y más.
Este es el momento de tomarnos el tiempo para analizar lo ocurrido, aprender de la experiencia y enfocarnos en nosotros para poder emerger de este proceso con un sentido del “yo” más fortalecido. Mientras transitamos este camino, hay cosas que podemos hacer para sentirnos mejor lo antes posible.
Estas son algunas sugerencias para lograr que este proceso sea provechoso y no dure más de lo que sea necesario:
Reconocé tus emociones y permitite sentirlas. Es importante entender que es normal sentir un abanico de emociones después de una ruptura, que habrá días donde estemos muy decaídos y otros en los que miramos al futuro con más optimismo. En cualquier caso, hay que reconocer lo que estamos sintiendo y aceptarlo como parte del proceso. Hablar del tema con alguna persona cercana nos puede ayudar a traer claridad a la situación y enfocarla desde una perspectiva diferente.
Volvé a encontrarte. Cuando estamos en una relación, compartimos gustos y opiniones con la pareja y eso hace que a veces perdamos de vista que cosas nos interesan a nosotros, independientemente de la relación en la que estemos. Este es el momento de redescubrir la persona que somos, lo que nos gusta, lo que nos apasiona, lo que nos calma. En mi opinión este punto es muy importante, ya que tener claridad en lo que es nuestra propia identidad y valores nos ayudará a encarar nuevas relaciones desde un mejor punto de partida.
Mantente activa con tu circulo social. Las rupturas duelen, y a veces, tendemos a encerrarnos en nuestro dolor y no querer salir ni compartir momentos con amigos. Seguir presentes en nuestro circulo social nos ayuda a seguir conectados y sentir el apoyo que nos hace falta. La ciencia indica que el sociabilizar y tener relaciones sólidas a nuestro alrededor evita la depresión y alarga la vida. ¡No es poca cosa!
Escribí en tu diario personal. Una parte importante de la sanación es liberar nuestras emociones por escrito. Tener un diario en el que descargamos nuestros pensamientos y sentimientos, nos ayuda a su vez a definirlos. Es además una manera de sacar de nuestro interior todas esas emociones que están dando vueltas, muchas veces contradictorias, y sin organización. Es un ejercicio de liberación y descarga.
Buscá nuevos intereses. Cuando el sacudón inicial de la ruptura haya pasado y te sientas un poco mejor, comenzá a explorar nuevas actividades, nuevos círculos, tratá de descubrir algo que te entusiasme y quizás no hayas considerado antes. Un cambio de aire a veces es necesario para entrar en un lugar sin sentirte definida por tu pasado o tu relación anterior. Es bueno para sentir el entusiasmo de algo nuevo en tu vida, y para conocer gente nueva.
Disfrutá del autocuidado. Si bien cuidar de nuestra salud física y mental es importante siempre, con mayor razón después de una ruptura en nuestra relación. Cuando atendemos nuestras necesidades de alimentación saludable, cuidados personales, movimiento físico, y nos consentimos con cosas que nos hacen sentir bien como un masaje, una reunión tranquila con amigas, una caminata por algún parque o lugar agradable, nos sentimos auto valoradas. Una ruptura significa que esa relación dejo de funcionar, pero no significa que nuestra imagen propia tenga que disminuir.
Tomate el tiempo que necesites. Es común que las personas busquen aliviar su dolor entrando pronto en otra relación. Sin embargo, si no hemos hecho el periodo de duelo que corresponde, el apresurarnos puede poner en peligro también la nueva relación. Es preferible darnos el tiempo que necesitemos para procesar la perdida, entender por qué no funcionaron las cosas y que valores no son negociables para nosotras, y luego recién abrir nuestro corazón a otra persona.
Volvé a confiar. Si el motivo de la ruptura fue que se perdió la confianza en la pareja, puede costarnos volver a confiar. Pero sentir confianza en otra persona es imprescindible para poder iniciar una nueva relación saludable. La terapia profesional puede ayudarnos a reestablecer la confianza que hemos perdido y a la vez a poner claridad a nuestros pensamientos si nos sentimos abrumados. Los psicólogos especializados en relaciones de pareja están especialmente entrenados para guiarnos.
El proceso post ruptura nunca es agradable, pero puede ser muy enriquecedor si podemos extraer un valioso aprendizaje de esta experiencia. Nunca olvidemos que a pesar de que la relación no haya funcionado, nosotras seguimos teniendo los valores, encantos, talentos, inteligencia que teníamos antes de haberla comenzado. Volvamos a buscarnos, a reencontrarnos con nuestra esencia, con nuestros principios, con las cosas que nos alegran el alma, con lo que valoramos y nos gusta.
Si estás pasando por una separación, te deseo que rescates lo aprendido de esa experiencia y que te reencuentres con tu belleza interior.