Mantener bajo control el presupuesto de madre y empresaria no es tarea sencilla, pero hay formas de prepararse para que resulte más fácil. Si sos una mamá emprendedora, ¡sos una mujer muy ocupada! Y entre las muchas actividades y compromisos diarios, es fácil que se pase por alto llevar un control financiero. Pero la buena noticia es que con un poco de organización podés tener una carrera exitosa y que te llene de satisfacciones y simultáneamente ser la mamá que siempre quisiste ser. Aquí te dejo buenos consejos para que ayudarte a organizar tu dinero.
Yo comencé mi primera empresa en el 2000, en el rubro de turismo, InterConnect Travel. La empecé cuando todavía no estaba de moda trabajar desde la casa pero lo hice así porque quería pasar más tiempo con mis hijos que eran pequeños en aquel entonces. En estas dos décadas, con los cambios en la industria del turismo, mis hijos que iban creciendo y muchas cosas más, me ha tocado ir ajustando el presupuesto y plan de negocios según fuera necesario. Los tips que te comparto a través de Hola Fortuna son basados en mi experiencia personal y en lo que siempre sigo estudiando para facilitar la tarea diaria de las mujeres que forman parte de esta comunidad de Hola Fortuna.
Por eso, veamos qué es fundamental para tener control del dinero en tu emprendimiento:
Hacer un Presupuesto
Siempre hablo de la importancia de tener un presupuesto para los gastos familiares. También para el negocio. Aún en los casos en que tu negocio no requiera inventario, igual hay siempre gastos que son obvios o inminentes como gastos de crear un website, renta de espacio, equipamiento, marketing, y otros que van apareciendo gradualmente como registración de la empresa, seguro, empleados, preparación de impuestos, etc. Un presupuesto te ayudará a tener los fondos cuando los necesitás.
Aportá para un Fondo de Emergencia para el negocio
El fondo de emergencia es fundamental tanto para el negocio como para la parte personal. Es en tu mejor interés estar preparada para los imprevistos o situaciones como por ejemplo: cuando alguien que no está contento con el producto y pide un reembolso, y vos ya te gastaste el dinero que el cliente te pagó el mes pasado. O si la persona que te hace el website te dejó plantada y mientras peleás por el reintegro, tenés que pagarle a otro programador para que te saque del apuro. O si hay algo que sale verdaderamente mal y alguien inicia una acción legal en tu contra. Las cosas pasan y como propietarios de un negocio, tenemos que estar preparados.
Pagar por conocimiento o servicio
Hay mucha información gratuita en el internet. De hecho, en Hola Fortuna tenemos valiosa información sin costo alguno para nuestros seguidores. Pero hay veces en las que queremos profundizar en conocimiento, entonces tenemos que disponer del dinero para adquirir la información que nos ayudara a resolver algún tema más rápido y fácilmente. En otras ocasiones nos daremos cuenta que es preferible pagarle a alguien para que haga un trabajo a cambio de liberar nuestro tiempo para otras tareas. Muchas veces, pagarle a un experto para que nos resuelva una situación nos evita dolores de cabeza, y tener que ocupar nuestro tiempo en áreas que no manejamos con soltura.
Para poder tener la opción de pagar por información o servicio, tenemos que disponer del dinero y tiene que estar contemplado en el presupuesto.
No saques un préstamo
Cuando uno saca un préstamo para un emprendimiento, termina gastando más de lo que sería necesario. El dinero en efectivo es limitado, solamente tenés una cierta cantidad, y eso nos ayuda a mantener nuestro presupuesto y nuestras expectativas bajo control. No todas las ideas van a prosperar, y si hemos comprado cosas a crédito, pondremos en riesgo el negocio y peor aún, las finanzas familiares.
Creá un plan de negocios
Es imprescindible tener un plan de negocios. Pero este no tiene por qué ser complicado. Simplemente tiene que ser bien pensado y que incluya los principios en los que está basado el negocio. Los componentes fundamentales de un plan de negocios son: la misión de la compañía, una declaración de la marca (en mi caso sería: ¿qué es hola fortuna?), cuales son los valores o principios fundamentales de tu emprendimiento, tus bienes físicos, tu audiencia, objetivos a corto y largo plazo y tu estrategia de salida.
Identificar los puntos financieros débiles
Con un plan de negocios en la mano, es más fácil reconocer cuales son las áreas en las que estamos gastando más de la cuenta, o en la que estamos invirtiendo dinero en cosas que no están alineadas con nuestros valores fundamentales. En tal caso, hay que eliminar esas actividades porque no responden a nuestros principios comerciales listados en el plan de negocios.
No pierdas tiempo
¡El tiempo es dinero! Tratá de no pasar demasiado tiempo en detalles o haciendo cosas que no te acercan a tu objetivo. Concentrate en escuchar las necesidades de tu audiencia e invertir tu tiempo en entregarles lo que están esperando de tu emprendimiento.
Dale prioridad a las personas, no al dinero
Construye tu negocio basado en lo que puedes contribuir a tus clientes o audiencia. No en cuanto vas a ganar solamente. Si ofrecés un buen producto o servicio que cubre alguna necesidad de tu clientela, el dinero llegará. Pero si el foco es el dinero, sin preocuparte demasiado por satisfacer a tus clientes, la fórmula está al revés y no crearás una clientela fiel y comprometida con tu marca.
Estrategia de salida
Nadie quiere empezar algo con la idea de que va a terminar. Pero hay muchas razones por las cuales un negocio no funciona, o nosotros tenemos que alejarnos. Por eso, tener desde el comienzo un plan de salida, evita muchos malos ratos. Es importante pensar en quien se hará cargo del negocio en caso que nosotros no podamos hacerlo, que pasará con los bienes o inventario, como quedará el contrato de alquiler, etc. También es importante llevar buenos registros contables y archivos organizados, porque en el caso de vender el negocio, los interesados van a necesitar ver esa información.
Actitud positiva
Todos tenemos desafíos en la vida, pero la manera en la que los interpretamos hace la diferencia entre alguien que los supera y alguien que se derrumba. Los optimistas tienen mejor calidad de vida. Aun cuando tanto un pesimista como un optimista se dirigen al mismo lugar, ¡solo el optimista va a disfrutar del camino! Esa actitud positiva también se refleja en nuestra prosperidad financiera.
Estas son algunas de las formas en las que las madres emprendedoras pueden posicionarse favorablemente con sus finanzas comerciales.
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