Yo no sé si a vos también te pasa como a mí, que no siempre estoy en modo “alta energía”, super motivada, con ganas de hacer todo lo que está pendiente. A veces sabemos lo que tenemos que hacer, pero no encontramos la voluntad para comenzar la tarea.
Hoy te voy a compartir algunas estrategias para poner en marcha la autodisciplina, en otras palabras, para entrenar el musculo de la automotivación. Estas son algunas ideas, y voy a empezar con la que considero es la más importante:
Tener un propósito. Si tenemos una descripción clara de por qué queremos hacer lo que tenemos en la lista, es mucho más fácil conectarnos con la motivación que necesitamos para concretarlo. Por ejemplo, si nos hemos propuesto ir al gimnasio tres veces a la semana, pero llegado el día no tenemos ganas y comenzamos a encontrar excusas para no ir, traigamos a la memoria la razón por la cual nos anotamos: queremos mejorar nuestra salud, sentirnos más flexibles para movernos con más soltura, no cansarnos cuando vamos de vacaciones o jugamos con niños, etc. Si hoy es el día que nos toca sentarnos a pagar cuentas, y encontramos que es una tarea aburrida y estamos cansadas, pensemos por qué es importante hacerlo: evitamos pagar penalidad por retrasos, evitamos pagar intereses innecesarios y mantenemos un buen credit score (o puntaje de crédito) lo cual nos abrirá las puertas para préstamos con buenos términos, etc.
Escribir los objetivos, con cifras si corresponde, y colocarlos donde los veamos. Es fácil ignorar un objetivo que no está escrito o que lo anotamos en un papelito que está escondido debajo de una pila de otros papeles. Pero si pegamos un letrero en el espejo del baño que diga, por ejemplo: “terminar de pagar el auto para marzo 2023 – $8500 dólares” es un recordatorio fuerte de algo concreto y nos va a inspirar a lograrlo. Otro podría ser: “invertir 10% en el fondo de retiro todos los meses” ya que modo contrario es fácil encontrarle otro destino a ese dinero, o “hacer una actividad al aire libre con los niños todas las semanas” lo cual nos dará la energía necesaria para no postergar esto que es tan importante.
Empezar de menor a mayor. Los objetivos grandes pueden llegar a ser muy intimidantes, pero si desglosamos el proyecto en actividades menores, a medida que las vamos haciendo y notando nuestro progreso, desarrollaremos el momentum necesario para avanzar. Si el proyecto grande es escribir un libro, puedo plantearme objetivos más breves y manejables, empezando por los más sencillos y luego ir agregando los de mayor envergadura como, por ejemplo: empezar por darle forma a la idea central del libro, investigar el tema, reunir el material y datos necesarios, estructurar el contenido y como va a fluir el argumento, escribir la introducción o el primer capítulo, y así sucesivamente.
Tené en cuenta tus prioridades. Hay tareas que son importantes y no nos beneficiaria postergarlas. Si cada día te anotás una o dos cosas que si o si tenés que hacer, comenzá por esas y vas a sentir que tu día ha progresado en las áreas que son relevantes. Por ejemplo, procesar la devolución de algún artículo que compramos nos puede resultar un poco engorroso, pero si consideramos que vamos a perder el dinero de esa compra si no lo hacemos, asegurémonos de completar esa tarea lo antes posible y así ya no tendremos que volver a pensar más en eso. A veces gastamos más energía pensando durante días en lo que tenemos que hacer, que en lo que tardásemos en resolverlo verdaderamente si tomamos acción en el momento en que se presenta.
No todo lo que tenemos que hacer es divertido, pero con más razón, mientras antes lo resolvamos, mejor.
Considerá tus debilidades. Organizá tu día de una manera que facilite tu éxito. Mientras menos posibilidades de fracasar de entrada tengas, más momentum vas a crear y tu motivación va a ir en crecimiento. En otras palabras, por ejemplo, si sabés que te cuesta despertarte a la mañana, que tu día arranca lentamente, no te anotes en una clase de pilates a las 7am porque lo más probable es que no llegues. Mas bien buscá una clase en un horario en que estés con más energía y que te sea más fácil llegar.
Sé que estas sugerencias te pueden ayudar en esos días de baja motivación, asique espero puedas aplicarlas y sacar lo mejor de vos cada día.